lunes, 18 de marzo de 2013

Evolución de los faros:

Los egipcios y romanos emplearon como faros fuegos de señales encendidos en braseros a altura conveniente y cuidados por sacerdotes. Entre ellos fue el más famoso el faro de Alejandría, construido en el siglo tres antes de Jesucristo. Del nombre Pharos que se le diera, por el de una de las islas sobre las que estaba construido, deriva la palabra faro y farología o ciencia de la construcción de faros y luces indicadoras. Los faros españoles más antiguos son la Torre de Hércules en A Coruña, que tras haber sufrido diversas restauraciones, todavía está en funcionamiento y el que cita Estrabón con el nombre de Cepiona, actual Chipiona. En los siglos dieciséis y diecisiete se construyeron a lo largo de las costas europeas numerosas torres-faro, cuyo alumbrado se obtenía por la combustión de troncos de leña. En el siglo siguiente se generalizaron las lámparas de aceite con mechas tubulares y chimeneas de vidrio, que luego fueron sustituidas por cristales de aumento. Los primeros lentes de faro verdaderamente eficaces se deben al físico francés Augustin Fresnel (1827). Para intensificar y concentrar la luz se emplean tanto el vidrio como el metal.


Construcción de faro. 
      La localización del faro determina el material que se emplea en su construcción, piedra, cemento, acero u otro. En general se presentan dos tipos de estructuras: las construidas en tierra firme y las erigidas en el mar. Las primeras constan de la torre que alberga el faro y de varias dependencias anejas, incluidas las destinadas a viviendas de los torreros y a alojar los equipos de sirena y radio. Las segundas encierran por necesidad todo lo antedicho dentro de la misma torre. En general, la estructura de todos los faros es la misma. En la base se encuentra la entrada y una escalera de caracol, con descansos a intervalos regulares, que conduce a la cámara de señales y servicios. Muchos faros poseen equipo acústico de sirenas para la niebla, de funcionamiento a veces automático.

       
Radiofaros.
       Los radiofaros son dispositivos que utilizan una emisión de ondas hertzianas a intervalos determinados; prestan inestimables servicios de orientación a la navegación marítima y aérea. Un barco equipado con radiogoniómetros puede en tiempo de niebla determinar con certeza su posición por medio de un radiofaro. La estación de radio emite automáticamente señales de punto y raya que son recogidas por el radiogoniómetro a bordo del barco. La posición de la estación emisora puede determinarse por medio de una antena giratoria. El operador del receptor conocerá la posición de su barco por triangulación siempre que reciba las señales de dos radiofaros conocidos. Las leyes marítimas de casi todos los países exigen que ciertos tipos de barcos lleven esta clase de equipos. Muchos propietarios de barcos privados, pesqueros y yates emplean también la radio.



Buques faro.
       Aparecen anclados cerca de bajíos peligrosos donde no es práctico o posible erigir un faro. Los más grandes van tripulados por quince o dieciséis hombres. Todos los buques-faro van previstos de equipos de sirenas para la niebla, la mayoría llevan también equipos de comunicación radiotelegráfica y radiotelefónica
       (S. F. Gray)



España
       Los servicios de señales marítimas fueron regulados y coordinados en España a finales del siglo pasado. En 1873 se aprobaba un reglamento para el servicio de torreros de faro, en 1899 se creaba una inspección central de señales marítimas y en 1900 se reunían en un solo centro técnico la dirección y vigilancia de faros, boyas, balizas, sirenas y toda clase de instalaciones de señales.

Balizas y faros especiales.
       Además de los faros tradicionales, la navegación tanto aérea como marítima hace uso de muchos otros indicadores o señales que advierten sobre el camino a seguir, la existencia de posibles peligros, etc. Entre tales indicadores ocupan un puesto especialmente importante las balizas y ciertos tipos de faros especiales. Aquéllas pueden ser simples señales o pueden estar dotadas de dispositivos luminosos y acústicos que ayuden a determinar su posición.

Balizas luminosas.
       Son luces relativamente pequeñas (de corto alcance en comparación con los faros), instaladas para ayudar a la navegación. Pueden situarse en puntos notables de la costa, indicar los bordes de los canales o señalar las entradas a puertos y rompeolas. En ocasiones emiten señales determinadas, indicadas en las cartas de navegación y con frecuencia van montadas sobre boyas. Utilizan como fuente luminosa una lámpara eléctrica o llama de acetileno.

Balizas para la navegación aérea.
       Muchos de los países en que reviste gran importancia el tráfico aéreo han balizado sus vías aeronáuticas con señales luminosas colocadas a distancia determinada (unos 24 km. por lo general) Algunas de ellas son simples luces blancas rotativas o centelleantes, pero la mayoría indican además el camino a seguir o emiten una letra del código Morse que da su posición. El número y código de cada luz figura en las cartas de navegación aérea. Las cumbres de las montañas y otros accidentes de las vías aéreas van marcados también con luces. El empleo de la radio y el radar han restado mucha de su anterior importancia al balizamiento luminoso de las vías aéreas.
       Muchos aeropuertos y campos de aviación están marcados con balizas giratorias que se complementan con otras situadas en lugares de propiedad privada, como el faro del edifico Palmolive de Chicago que emite una luz de 2.000.000.000 de bujías visible desde el aire a 1000 metros desde 400 km. de distancia en condiciones ideales.

Balizamiento por radio. 
      Tal como ya se ha indicado, los radiofaros ayudan a los aviones y barcos a determinar su posición. Los radiofaros marinos están situados al lado de las costas y emiten a horas determinadas. Su situación, frecuencia y señal vienen indicadas en los mapas. Los radiofaros marinos y aéreos no son direccionales, es decir, emiten sus señales en todas las direcciones a diferencia de las señales direccionales (haces) de las estaciones de radio. Los radiofaros para aviación emiten una señal de tono continuo interrumpida solamente por la señal de identificación de la estación. Los aviones dotados de radiocompás pueden así encaminar directamente hacia un radiofaro o bien, triangulando las señales recibidas de dos estaciones, determinar su posición con precisión considerable.
       Las radiobalizas son estaciones de radio de baja potencia y alta frecuencia que indican posiciones definidas de una ruta aérea. Existen tres tipos principales 1) de rumbo, situadas en las rutas aéreas a distancias determinadas de las radiobalizas verticales 2) verticales que emiten una señal vertical permanente para indicar la posición de la estación 3) de aproximación, para el aterrizaje con instrumentos, que indican la situación a lo largo de las estrechas zonas de dispositivos de aterrizaje a ciegas. Las radiobalizas operan en 75 mcl y transmiten señales codificadas que pueden ser escuchadas, por auriculares u observadas en forma de luz intermitente sobre el panel de instrumentos.
       Las radiobalizas YG son emisoras direccionales codificadas por sectores que normalmente trabajan en instalaciones navales y buques. Emiten una señal de baja frecuencia que suministra una letra codificada para cada sector de 30º al rededor de la estación. Precisa de receptor especial. Las radiobalizas Shoran son estaciones terrestres que trabajan por parejas en la banda de muy alta frecuencia. Reciben impulsos de energía procedentes de los transmisores del aeroplano y emiten respuesta automáticamente. La situación del aeroplano se calcula midiendo el tiempo necesario para recibir las respuestas. Hay otros varios tipos de radiofaros, la mayoría de ellos utilizados en instalaciones militares especiales.

Balizamiento por radar
       El tipo más corriente de balizas de radar para la aviación es el receptor de radio-faro que envía automaticamente señales de contestación cuando es interrogado por el radar de un avión. El receptor responde según un código de números e impulsos espaciados que permiten identificarlo al igual que la apariencia identifica un faro clásico. Sus señales permiten a los pilotos determinar su distancia y orientación respecto del receptor y encontrar su situación en el mapa. Este tipo de aparato suele denominarse racon (del inglés radar beacon). El ejército emplea modelos especiales de receptores.


Faro de Alejandría

http://www.youtube.com/watch?v=kF9Njbt4Wns


Fue construido por el arquitecto Sóstrato de Cnido  por orden dePtolomeo I  en la isla de Faro  (Pharos), frente a Alejandría . Consistía en una gran torre sobre la que una hoguera nocturna marcaba la posición de la ciudad a los navegantes, dado que la costa en la zona del delta del Nilo es muy llana y se carecía, por tanto, de cualquier referencia para la navegación marítima.
Su altura alcanzaba los 134 metros y en su construcción se utilizaron grandes bloques de vidrio que fueron situados en los cimientos para evitar la erosión y aumentar la resistencia contra la fuerza del mar. El edificio, erigido sobre una plataforma de base cuadrada, era de forma octogonal y estaba construido con bloques de mármol ensamblados con plomo fundido. En la parte más alta un gran espejo metálico reflejaba la luz del sol durante el día, y por la noche proyectaba la luminosidad de una gran hoguera a una distancia de hasta cincuenta kilómetros.
Junto con la Gran Pirámide de Guiza, el faro sobrevivió al resto de las Siete maravillas del mundo antiguo. Sin embargo, fue severamente dañado por los terremotos de 1303 y 1323 hasta el punto de que el avezado viajero árabe Ibn Battuta escribió que le había sido imposible entrar en las ruinas.
Los restos desaparecieron en 1480 cuando el sultán de Egipto Qaitbay empleó los bloques pétreos de las ruinas para construir un fuerte.
En la actualidad existe un proyecto de reconstrucción del faro (estimado en 40 millones de dólares), propulsado por varios países de la Unión Europea (Francia, Alemania, Italia y Grecia) que están dispuestos a incluir el Faro en el ambicioso proyecto Medistone, concebido para recrear y conservar los monumentos arquitectónicos de la época ptolomea.